
Las tortas fritas son un clásico que forma parte de la memoria colectiva en muchos hogares del país y también de otros rincones del Cono Sur. Aunque en Argentina son especialmente populares, también se disfrutan en Uruguay, Chile y, por supuesto, en diversas regiones del Perú, donde la cocina criolla también ha adoptado versiones propias de este tipo de preparaciones. Esta receta es económica, fácil de hacer y perfecta para compartir en familia, ya sea en un día de lluvia o en cualquier momento del año.
Ingredientes básicos para una delicia casera
Para preparar tortas fritas necesitas:
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½ kilo de harina común
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4 cucharadas de manteca o grasa
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½ taza de agua
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2 cucharaditas de sal
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Aceite o grasa de res (cantidad necesaria para freír)
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Azúcar para espolvorear al gusto
Preparación paso a paso
En un recipiente amplio, se coloca la harina previamente cernida y se agrega en el centro la grasa a temperatura ambiente. Se comienza a mezclar con los dedos, incorporando poco a poco el agua con sal hasta formar una masa uniforme.
Luego, se amasa con fuerza durante varios minutos, hasta que la masa forme pequeñas burbujas en la superficie. Esto indica que ya está lista para el siguiente paso. Se deja reposar entre una y dos horas, cubierta con un paño.
Después del reposo, se divide la masa en pequeñas porciones, formando bolitas que se aplastan ligeramente con la palma de la mano. Con un tenedor se hacen algunos orificios en el centro de cada una para evitar que se inflen demasiado durante la cocción.
Las tortas se fríen en aceite o grasa bien caliente, dándoles vuelta hasta que estén doradas por ambos lados. Luego se retiran y se colocan sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Finalmente, se pueden espolvorear con azúcar si se desea un toque dulce.
Tradición que se disfruta en familia
Existe una frase muy conocida en tierras del Río de la Plata: “Llueve, está para tortas fritas”. Esta costumbre viene desde hace siglos y, según cuentan, en épocas coloniales se solía recoger agua de lluvia por considerarla más pura, ideal para preparar este tipo de recetas.
Sin embargo, más allá de estas creencias, lo cierto es que las tortas fritas se convirtieron en una excusa perfecta para disfrutar de algo rico, sin complicaciones y con ingredientes que siempre están a la mano.
Receta con identidad compartida
Aunque la disputa por su origen aún genera debate —algunos dicen que vienen de Alemania, otros que de España, o incluso del Medio Oriente—, la verdad es que esta preparación tan simple pudo haber nacido en cualquier parte del mundo. En Perú, donde la cocina fusiona lo tradicional con lo adoptado, no resulta raro que también se preparen versiones similares en zonas andinas o costeñas, bajo distintos nombres o formas.
En Chile, por ejemplo, se conocen como sopaipillas y a veces se sirven con caldos. En Argentina se acompañan con mate amargo, mientras que en Perú muchas familias las disfrutan con una taza de café pasado, un té o incluso una taza de chocolate caliente, especialmente en las tardes frías.
Consejos para lograr las mejores tortas fritas
Si se quiere una masa más aireada y suave, se puede usar harina con leudante o añadir un poco de polvo de hornear. También existe la opción de hacerlas al horno, para quienes prefieren reducir el uso de grasa.
Las tortas fritas criollas son una opción ideal para compartir en familia. Son perfectas para una merienda distinta o para acompañar las tardes de conversación. En definitiva, una muestra de cómo con ingredientes sencillos se puede lograr un sabor que conecta con lo más auténtico de nuestras raíces.